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CONCEPTOS

  • Foto del escritor: Karnet
    Karnet
  • 2 sept 2018
  • 2 Min. de lectura

Anoche reflexionaba sobre cómo nos perdemos de la esencia de un mensaje cuando solo nos centramos en el mundo de los conceptos.

Mientras defendemos nuestra espiritual verdad, seguimos inmersos en el mundo mental que nos separa unos de otros contradiciendo a menudo nuestra propia verdad expresada.

En el afán y maravillosa llamada interna a compartir con otros, solemos olvidar que no existe una única verdad y que cada palabra expresada se ha codificado en cada ser de forma diferente dependiendo de su experiencia y aprendizaje vital, por tanto… cada concepto será interpretado o descodificado en virtud de los múltiples factores que hayan acompañado a ese concepto al ser interiorizado por la persona que lo recibe.

Hablo de conceptos como, por poner un ejemplo… canalizar, canal, juicio, ego, naves interdimensionales, ascensión, dimensión, hologramas, etc. Múltiples conceptos que utilizamos diariamente y que a veces, dado la diversidad de conceptualización, tanto del que emite como el que recibe, pueden dar lugar a confusión o desvirtuación del mensaje.

No estoy realizando ninguna crítica o juicio, solo estoy reflexionando desde el sentir sobre un hecho observado, que me ayuda a crecer.

Pero, si nace desde mi centro, una amorosa petición que también va dirigida a mi yo encarnado:

Intentemos complementarnos en la información sin querer imponer nuestra verdad, quedándonos con el fondo del mensaje si lo vibramos, pero sin el juicio (sentencia) a la verdad del otro.

Cuando se es sensible a la vibración, es muy palpable presenciar habitualmente mensajes llenos de palabras con una vibración oscilante, que muchas veces varía desde la acusadora o juzgante disfrazada de amor a la de pleno amor vibrante.

Y no es que no haya un brillante amor en los mensajes que lanzamos, solo que se puede percibir la fluctuación de vibración en un mismo discurso que puede sentirse subir al amor, bajar a la crítica, subir a la esperanza, bajar al egocentrismo, subir a la compasión, bajar a la pena, subir a la alegría, bajar al miedo…. Y si observas, se perciben como bailamos con nuestro juego de evolución, en esa transición en la que estamos todos inmersos, que es la de ser APRENDIZES DE NOSOTROS MISMOS.

La petición, que es más bien un simple recordatorio de lo que ya sabemos, es solo hacernos objetivos conscientes de esa autoobseravión a la hora de comunicarnos con otros.

SEGUIMOS APRENDIENDO Y ES MARAVILLOSAMENTE INTERESANTE.

Abrazos unificadores de amor para todo mi mar existencial que sois vosotros.


 
 
 

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