PARASITACIONES
- Karnet
- 5 sept 2018
- 5 Min. de lectura
Hace unos días, ante un caso cercano en el que detectamos una parasitación, preguntaba a mí ser interno, cómo podría ayudar a esta persona y defenderme de los ataques energéticos que sufría al estar en contacto con ella, sin que la persona fuese realmente consciente. Me parecía una situación difícil con la que lidiar, y tenía muchas dudas sobre cómo actuar ante esta situación.

He estado dudando mucho si compartir esta canalización con vosotros por varios motivos puramente mentales, uno era la duda de si ésta podría inducir al miedo (vibración que no tengo intención en propagar), la otra fue la de poner en cuarentena esta información hasta contrastarla, lo cual hago habitualmente.
La razón de que al final me haya decidido finalmente a compartirla, es primero porque la vibración que percibí al canalizar era sutil, es decir, de alta vibración, y conocida para mí como frecuencia, pero desconocida como ser nombrado.
No entendí el nombre que intentó darme la energía que canalicé, ya que no debo tenerlo en mi engranaje cerebral, (os recuerdo que la mayor parte de mis canalizaciones son por paquetes de información telepática y no son un dictado emitido por voces).
Lo cierto es que para mí, suele ser poco importante el nombre del mensajero, me suelo quedar con la vibración y la esencia del mensaje, que es lo que realmente considero importante.
Pero, en definitiva, la verdadera razón de compartirlo es simplemente porque siento que así debo hacerlo. Os pido que pongáis en duda esta y cualquier información que leáis, y os quedéis tan solo con aquello que pueda nutriros y enriqueceros como personas y seres energéticos.
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"Cuando una energía parasitaria se introduce en un canal, es muy difícil hacer que éste sea liberado, pues ha sido acogido desde el permiso otorgado por el propio canal.
El desconocimiento del tipo de energía que acoge, no exime de la real naturaleza del hecho, de ser abierto y permitida su entrada en él.
Solo el canal tiene la potestad de decidir soltar y liberar la energía invasora.
Cuando un canal infectado no es consciente de albergar un parásito energético fuerte, confundiéndolo con la iluminación y los seres de luz. Es muy complicado que éste pueda ser liberado de su ocupante.
Son poco efectivas las oraciones genéricas que se realizan, cuando la fuerte creencia interna es la de no albergar ningún ocupante negativo, siguiendo con fe absoluta las influencias y guía que el ocupante le indica. Existe una gran especialización por parte de los parasitarios energéticos, que manipulan al canal confundiéndole. No mostrando su verdadera esencia predadora, debido a que esto alertaría al ser que le hospeda, pudiendo poner en marcha mecanismos para librarse de él, ya que un canal es un ser fuerte y con herramientas suficientes para poder desprenderse de cualquier parásito, una vez detectado.
Pero desde el exterior no tenemos, ni tenéis autorización para liberarlo. Por tanto, solo podéis proteger y prevenir nuevos contagios, ya que el riesgo de un canal infectado es que éste, irá dándole poder de expansión y nutriéndolo a niveles muy superiores a otros seres cuya función no es canalizadora, debido a que este grupo de personas tienen un nivel de expansión vibratoria mayor con el fin de poder realizar su función. Este poder de expansión beneficia al parásito, que una vez fusionado con el campo energético del canal puede llegar a extenderse a otros seres, atravesando sus campos astrales si estos están debilitados o muestran fisuras.
Utilizan un sistema similar a vuestras conocidas bacterias, las cuales se alimentan, engrandecen y multiplican cuando anidan en cuerpos con un sistema inmunitario debilitado.
Lo mismo ocurre con aquellos seres cuyo sistema energético está muy debilitado, pues en ellos estas energías densas, al igual que las bacterias, crecerán y se extenderán hasta infectar completamente los cuerpos energéticos de la persona.
La única ayuda posible es el aislamiento energético de la persona infectada (ésta se realiza proyectando un muro de varias capas de luz que le cubra), la protección externa de aquellos que están en contacto (cualquiera de las técnicas que conocéis puede ser efectiva) y el poder hacer dudar al canal sobe el origen de su invasor.
Es poco más lo que podemos hacer, si el canal no solicita ayuda, ni duda de su carga energética.
A veces es el alma y no la persona la que solicita esa ayuda, los que escucháis el lenguaje del alma os será fácil escuchar su súplica. En este caso se puede intervenir, aunque sin el apoyo consciente del infectado, los resultados no suelen ser muy efectivos, ya que se necesita de un trabajo algo complejo y minucioso, apoyado del Yo esencial, guías, maestros y seres de luz, que se unirán al sanador en esta labor, que requiere de mucha dedicación, esfuerzo y sobre todo fortaleza energética y equilibrio vibratorio.
Las parasitaciones completas, no son muy habituales, aunque en el último tiempo, debido al despertar de nuevos canales, ha ido en aumento. La única forma de saber si uno mismo está siendo parasitado es escuchar su frecuencia vibratoria. Para cualquier canal experimentado que haya superado ciertas limitaciones humanas, las frecuencias son fácilmente detectables, por lo que será difícil no distinguir una energía de luz de otra mucho más densa como la parasitaria.
Aquellos otros seres que no han superado aún los muros más densificados de su alma, que suelen manifestarse con sentimientos habituales de envidias y celos, o agresividad, o que manifiesten estados profundos de tristeza mantenidos en el tiempo, o padezcan miedos agudos o crónicos y otros estados emocionales graves o cronificados, deberían poner en duda o cuarentena cualquier comunicación y contrastarla con otros canales más experimentados, mientras siguen trabajando internamente y adquiriendo el adiestramiento necesario para la detección de las diferentes frecuencias.
Esto no significa que un canal no pueda sentir las emociones humanas, de hecho vuestra función de encarnación es experimentarlas. Pero trascenderlas es ser capaces de superarlas y transformarlas, y para hacerlo, primero tienen que ser vividas. Por tanto, no juzgamos las emociones, sólo advertimos, que algunas de ellas, si son especialmente repetitivas pueden haber debilitado ciertas partes del campo energético, dejando éste a merced de los parásitos energéticos.
Un bloqueo emocional, es decir, la negación emocional, también debilita profundamente el campo energético, aunque de forma diferente, desde el interior al exterior.
Solo podemos indicaros, que la base es la protección, libre de miedo, sin obsesión, sin juicio, solo prevenir infecciones propias y ajenas, con la duda preventiva en estados emocionales alterados, desde la aceptación del ser, y la proyección de amor en cada paso de existencia.
Aislar en el contacto directo, armonizar los lugares donde estéis en contacto con el infectado y realizar limpiezas para que el desprendimiento de fracciones energéticas bacterianas no se expanda y contamine a otros seres.
Os recordamos que el amor, es la única medicina posible, el único antibiótico y el único preventivo eficaz y real. Los parásitos son energías que necesitan de otras fuentes energéticas para sobrevivir y expandirse, no pueden hacerlo de otra forma, por tanto, no existe lugar al odio ni al miedo hacia éstos, pues sois enormes gigantes frente a ellos. Respetar con amor su existencia, aunque no se le permita su estancia en vuestros campos.
La existencia es lo que es, al igual que aceptáis sin pánico la existencia de parásitos terrestres, debéis aceptar la existencia de otro tipo de seres parasitarios. Esta realidad no implica que vuestra vivencia deba estar influenciada por éstos, ni que suponga un freno a vuestro crecimiento y expansión como seres álmicos. No hay lugar para el miedo, cuando se es capaz de aceptar la existencia de todo lo creado.
Si sois capaces de vibrar en amor, tenéis todo lo que necesitas para no ser parasitados y para ayudar a otros a desparasitarse.
AMOR, AMOR, AMOR"
KARNET - VOZ ÁLMICA
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