Pusiste en la mañana de los tiempos, un libro en las manos del mundo. En ese libro narrabas la historia de tu alma encarnada.
Hoy, se abren sus páginas para permitirte leer tu creación, para comprender la esencia de tu realidad, de tu hoy.
La búsqueda ha terminado, en el instante en el que te permites parar y girar la cabeza para ver lo andado.
Tal vez te resistas a mirar algunos de tus pasos, aquellos que hundieron fuerte tu suelo y cuyo temblor aún hoy perturba tu día. Son esos los que te muestran que la búsqueda ha terminado y que sólo queda caminar descalzo, sintiendo la fresca hierba, o la calurosa arena o el duro roce de las piedras. Comprenderás que todo forma parte del camino y que cada nueva sensación te lleva un paso más cerca de ti mismo.
Minuto a minuto, en tu tiempo terrenal, es el poder de tu propia creación saboreado. Eso hará que fortalezcas tu seguridad en el yo invisible que te susurra constantemente, hasta hacerse escuchar.
Soltar las riendas, el control de lo bueno o malo, de lo acertado o no, de lo correcto o incorrecto, soltar y dejarse llevar por el corazón, acallando la mente y sosteniendo la emoción, sólo el susurro de su centro puede indicarte el camino, pero éste no habla el lenguaje dual, sino el del amor y cuando no se está acostumbrado a él cuesta identificarlo.
Por eso te decimos que escuches en silencio, desoyendo los mantras conocidos de la mente, que abras los ojos a las señales que se muestran permanentes en tu camino y te arriesgues a saborear la vida desde la libertad de poder equivocarte, de poder errar. Que disfrutes de verte capaz de levantarte solo, pues tu fuerza es invisible a tus ojos, pero de un poder incalculable.
La vida te regala cada instante para que avances en tu juego, no has de buscarlo, es un regalo que ya tienes hecho, disfruta de cada acontecimiento de tu día y escucha a tu corazón que te indica hacia donde dirigirte.
Viniste de más allá de las estrellas y llevas mucho tiempo materializando luz, estás al final del camino de vuelta a casa.
Recoge el regalo de la vida y saboréalo, pues si abres los ojos y tu mirada se cierne con nuevo brillo, descubrirás la profunda belleza de todo lo que te rodea y amarás la vida como nunca antes lo has hecho y al amar la vida, te amarás con ella desde la claridad y la luz, no desde la mera apariencia, descubrirás el éxtasis que existe en la simplicidad y en la sutileza de las percepciones.
Disfruta de la vida, caminando despacio y descalzo, mira hacia atrás para decir adiós a lo conocido y ábrete paso al nuevo camino de la simplicidad.
Este es el mensaje a tu poderoso ser encarnado.
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